Lo que cada uno hace para llegar a donde está está mucho más allá de lo que puedas imaginar. Y si quieres llegar a donde va tu imaginación, comienza con el primer paso y nunca te rindas.
Siempre que miramos la vida de alguien, tengamos éxito o fracasemos, hacemos juicios en nuestra mente. Y ese juicio se basa en una edición de la vida del otro. Por mucho que conozcas a tu ídolo, tu mentor o una figura de referencia que sigas y sigas, siempre será una visión editada. El otro muestra lo que quiere mostrar, ya sean partes del éxito, qué partes de los errores, qué parte de las vulnerabilidades, qué parte de su vida personal. Y no hay nada de malo en eso, porque todos lo hacemos y no podía ser de otra manera.
La pregunta es cuando miras todo esto y lo comparas con tu bastidor en el sentido de preguntarte, ¿por qué él tiene éxito y yo no, o simplemente por qué él tiene tanto éxito? Lo cierto es que normalmente conoces los frutos y no sabes todo el camino que ha recorrido el otro para llegar a donde llegaste. Me gustaría compartir una pequeña anécdota para ilustrar.
Cuando solo vea la edición de la vida de alguien, nunca podrá hacer un juicio justo.
Un gran pianista hizo su presentación, una hermosa presentación seguro, ya tenía una larga trayectoria de éxitos. Después de la presentación, se eligió a algunas personas para tener un momento con el ídolo y hacer preguntas. En cierto momento una señora pidió hablar y le hizo su pregunta: «Realmente te admiro mucho, y ciertamente daría la mitad de mi vida por jugar como tú juegas». El pianista la miró con ojos comprensivos y respondió: «eso es exactamente lo que hice».
Por lo tanto, el éxito requiere mucho esfuerzo, y el éxito constante y duradero requiere aún más esfuerzo. Saber que el escenario del otro está condicionado al tiempo de backstage que tuvo, con todo lo que hizo detrás de las cortinas y le permitió llegar a donde llegó. La pregunta es: ¿estás dispuesto a hacer lo que hay que hacer entre bastidores para cosechar algún día las recompensas y el reconocimiento del éxito? Esta es una pregunta que debe responderse y ponerse en marcha si desea ir más allá.
¿Qué estás haciendo para destacar, ser relevante, tener valor? Para aportar valor tanto a tu propia vida como a la vida de las personas que te rodean, para tu empresa, para tu familia, para tu negocio, para tu comunidad. No juzgues el escenario del otro por su bastidor. Probablemente para que él estuviera en el escenario y llegara a donde llegó, hubo tremendo esfuerzo, perseverancia, disciplina, dedicación y un método consistente. El escenario es solo el momento de la fiesta, pero lo que nadie ve es lo que haces antes de que pase la fiesta, son los preparativos, cada pensamiento, cada conflicto, cada problema que hay que resolver, la disposición del entorno, todo lo que será. servido. De todos modos, hay innumerables movimientos que se deben hacer para que suceda una fiesta. Y debes estar dispuesto a hacer todo eso para poder subir al escenario y brillar.
Odair Comin | Psicólogo e Hipnoterapeuta |
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